La cuestión de quién es el propietario de los datos automotrices es compleja y concierne a todos los actores de la industria, incluyendo fabricantes, proveedores, distribuidores y reparadores.
En general, es bastante común considerar que los datos recopilados por los vehículos conectados pertenecen a su propietario o al usuario del vehículo. Esto ocurre en otras industrias, como la de datos de salud, por ejemplo. Esto significa que los datos de conducción, datos de ubicación, datos de mantenimiento y otros datos recopilados pertenecen al usuario del vehículo, quien puede optar por compartirlos con otra parte o no.
Sin embargo, los datos automotrices pueden contener información de seguridad que debe procesarse sin esperar el consentimiento del usuario, en beneficio de los usuarios del vehículo y la seguridad de otros conductores de automóviles.
Esta noción de seguridad, que es crucial para la exención comercial automotriz, interrumpe el análisis inicial que todos pueden hacer sobre este tema y dificulta la comparación de los datos automotrices con los datos recopilados en otra industria.
En un momento en que la propiedad de los datos se ha convertido en un elemento central de valorización y cuando su explotación es decisiva en el desarrollo de actividades, las instituciones, los representantes profesionales y los legisladores trabajan arduamente para establecer un marco estable para los involucrados, respetando la protección al consumidor impuesta por el RGPD.
En cualquier caso, los datos recopilados en los sistemas de gestión (DMS) pertenecen a quienes los ingresaron, y ya hay mucho por hacer. ¡Están avisados!